Reflexión I

¿Qué es un pobre?
La totalidad de la población mundial debe conocer la respuesta, todos sabemos bien lo que es. Pero vale la pena aclararlo. Un pobre es aquella persona que no posee los recursos mínimos para mantener una vida digna, un pobre es aquel ser humano que no tiene asegurado el alimento, la vestimenta, la salud, ni la educación. Los hombres y mujeres pobres no se preguntan ¿Qué voy a estudiar? ¿Qué quiero ser cuando sea grande? ¿Cómo puedo mejorar mi vida? No. Un pobre se pregunta ¿Amaneceré mañana? ¿Qué voy a comer hoy a la noche? ¿Quién me dará ropa? ¿Tendré alguna enfermedad terminal? Como observamos el pobre no tiene seguridad sobre su propia vida, no puede pensar más que en sobrevivir de la forma que sea posible. La muerte no es algo casual que sucederá a largo plazo como sí lo piensa un no pobre, la muerte es un problema latente, inminente, permanente que acosa cada día.
El liberalismo durante el siglo XIX aseguraba que todos los humanos nacen bajo la misma condición e igualdad de oportunidades, relegando la culpa de ser pobres, a los pobres mismos por no encontrar la forma de resolver su problemática existencial, en síntesis un pobre es así porque quiere ya que si se propone lo contrario lo lograría. Pero como podemos visualizar, la problemática de la pobreza no remite a "la voluntad propia de cada uno" ya que la mayoría de los seres humanos tenemos una natural tendencia a mejorar cada día, a estar bien, a tener seguridad alimenticia, a gozar de una buena vida. A nadie en el universo le agrada tener hambre, frío, enfermedades y tristeza.
Por tanto la pobreza no es una cuestión de voluntad, es algo más. La pobreza se impone sobre los hombres del mundo, sea o no su deseo, millones de personas nacen bajo esta condición y nada pueden hacer para modificar su realidad. La pobreza engendra más pobreza. Un niño que ha pasado hambre toda su infancia, que ha sufrido enfermedades, que jamás aprendió a leer y escribir, que trabajó día y noche arruinando su frágil cuerpo, derramando lágrimas por el dolor de vivir en la calle,que jamás jugará en una plaza, ni tendrá un juguete, un niño que observa a otros niños bien vestidos y sufre, un pobre e inocente  infante bajo estas condiciones difícilmente logre desarrollar su intelecto, sus capacidades, su físico, su aptitudes, una profesión, una vida digna. Bajo esta perspectiva, sin ayuda externa, ningún niño pobre puede escapar de esta situación.
Desde la revolución industrial se han planteado modelos para resolver la problemática, la mayoría consistieron en ayudas por parte del Estado, seguros alimenticios, cobertura médica, etc. Pero nada ha resuelto la gran cuestión mundial.
Los gobernantes del mundo, representantes del pueblo, incluyendo a los pobres por supuesto, han luchado contra este terrible flagelo hace siglos pero aún tienen las manos vacías en cuanto a resultados, poco ha cambiado, al contrario, la pobreza crece como un cáncer sobre la sociedad.
Sin ahondar en cuestiones ideológicas realizo algunas preguntas sencillas: ¿Es aceptable que UN SOLO ser humano posea, por ejemplo, una fortuna de 1.000 millones de dólares mientras la misma cantidad de hombres sufren hambre? ¿Es aceptable para ese niño, que en este momento se encuentra durmiendo en la calle con 5 grados de temperatura, que UN SOLO HOMBRE disfrute de 30 habitaciones aclimatadas en su mansión sin utilizar más que una? ¿Es aceptable que UNA SOLA ALMA concentre una fortuna ociosa tal que le permita alimentar de por vida a millones de seres humanos y permanezca abarrotada en algún banco de Suiza? ¿Es justo que millones de argentinos mueran de SIDA, HAMBRE, DENGUE, CÓLERA, MALA ALIMENTACIÓN, MAL DE CHAGAS,ETC,  mientras algún millonario analiza si toma un Champagne de 5.000 o 10.000 dólares?
Lamentablemente hoy nos encontramos gobernados en la Ciudad de Buenos Aires por cierto empresario que corresponde con la categoría de hombre millonario, de negocios, que concentra recursos, fortunas, dinero, que viaja por el mundo vacacionando día y noche, que ha mirado para el otro lado durante toda su vida, que goza de la buena vida, que viste ropas más costosas que el salario mínimo, hoy nos gobierna alguien que favoreció de alguna forma al desarrollo de la pobreza, ya que la concentración de su dinero es justamente el principal causante de la pobreza sin mas ni menos. Todo los bienes y recursos ociosos son alimentos, salud, educación y vida digna que jamás verán la luz.
¿Qué podemos reflexionar argentinos? Mientras en Rusia el pueblo sufría los peores hambres de su historia, lo Zares realizaban orgías y después vino la revolución. Cuando los obreros del mundo no soportaron la explotación de los capitalistas, un señor escribió un manifiesto comunista que prendió como una mecha en millones de hombres y comenzó la lucha. Cuando los trabajadores se cansaron de la pésima situación que debían afrontar a manos de empresarios negreros y un gobierno militar, apareció junto al pueblo Juan Domingo Perón.
No olvidemos que los discursos están llenos de mentiras, nada de lo que se dice se realiza, el verdadero deseo de resolver la problemática de la pobreza no se proyecta en palabras, se proyecta en acciones, en hechos concretos en la lucha diaria, para ganarle a la pobreza hay que sentarse y gobernar, dirigir, gestionar, mover al sistema político, dejar de robar, realizar leyes acordes a las demandas de la sociedad, jamás reprimiendo a los "trapitos" o al que sea, la verdadera vocación para resolver el hambre comienza con una devoción por la política, abandonado las vacaciones para esquiar, empieza por la dedicación hacia el trabajo todos los días, como hacemos nosotros que asistimos a nuestros lugares siempre, jamás nos ausentamos, porque así se resuelven los problemas, con la verdad, con la integración, con la dedicación, con el verdadero deseo de levantar al niño que esta en la calle, alimentarlo, escolarizarlo, acompañarlo, alfabetizandolo, integrándolo en la sociedad y acompañándolo siempre, con auténtico deseo, con amor por el prójimo, con verdadera pasión por engrandecer al país, dejando de lado los lujos, el marketing político barato y las frivolidades. Hoy se necesitan dirigentes con experiencia en la materia, con grandes capacidades. Lo último que requiere la problemática de la pobreza para ser resuelta es a su propio originador.